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Pintura al óleo

 Capítulo 1 de 7: Introducción

Se aprende a andar andando y se aprende a pintar pintando. Y recordando a un creador de cursos por correspondencia, allá por los años 50, considero que el camino a seguir es "Al éxito por la práctica".

Todos, cuando éramos niños, nos encantaba pintarrajear en cualquier sitio incluso en aquellos que sentaba muy mal a los mayores, como las paredes, los manteles, los libros, las mesas, en fin, en todas partes. Y lo hacíamos sin miedo a nada, aunque nos reprendieran.

¿A qué tenemos miedo? ¿por qué no nos atrevemos? ¿ y si llevamos dentro un genio artístico y no lo desarrollamos por no atrevernos a empezar? Y aunque no seamos ningún genio, ¿por qué no vamos a disfrutar pintando o dibujando? ¿Cómo? ¿ Qué es muy difícil? ¡Que va!

Voy a contarles la forma de empezar a pintar y verán como es muy sencillo sin ninguna complicación:

Los colores.- Antes de nada, será adquirir las cosas necesarias para poder pintar:

Lo primero de todo serán los colores, sin ellos nada podemos hacer. Ahora todo es muy sencillo, no tenemos que fabricarlos nosotros como hacían los antiguos, bastará con comprarlos.

Tampoco necesitamos un montón de colores. En realidad, nos basta con tres colores: rojo, amarillo y azul. Estos son los llamados primarios, pues de la mezcla de ellos salen los demás. Claro que, cuando le enseñen la carta de colores, usted se va a volver loco con tantos como hay, pero nosotros se lo vamos a poner muy sencillo. Estos son los colores que usted debe adquirir:

-Rojo: Carmín de garanza -Amarillo: Cadmio claro -Azul: Ultramar claro

Cuando tenga práctica, podrá experimentar con otros rojos, azules o amarillos diferentes hasta que encuentre los que realmente le gustan.

Necesitamos también un blanco que normalmente sólo son tres: Plata, Titanio, Zinc. Para empezar puede usar cualquiera. El Plata es el más cubriente u opaco, el Zinc el más transparente y el Titanio es intermedio. Por ello lo recomendable es utilizar el Blanco de Titanio y un tubo grande de 200 cc. pues usaremos más cantidad de blanco que de los colores.

También debe tener en cuenta que hay tres tamaños de tubos 20, 30 y 60 cc.

Capítulo 2 de 7: La paleta y los pinceles

Después de elegir los colores, necesitamos una paleta donde colocarlos y realizar las mezclas. También hay diferentes tipos de paletas y con diferentes materiales. Ovales y cuadradas, de madera, plástico y papel. El color será blanco o madera.

Ahora podemos echar un pegote de cada uno de los colores sobre la paleta según el orden y forma de la foto.

Los pinceles.- Para pintar necesitamos pinceles, aunque no son imprescindibles, pues podemos dar el color y mezclarlo con los dedos, con espátulas, con palillos, cañas o con lo que queramos, pero suele ser más sencillo con pinceles.

Para empezar, vamos a usar sólo cuatro pinceles ovales de pelo de cerda. Los pinceles pueden tener tres formas: redondos, cuadrados y ovales. Y según de que animal proceda el pelo serán de ardilla, marta, meloncillo, cerda y también los hay de pelo sintético que yo no recomiendo, pero hay quienes sólo usan de estos.

También hay diferentes tamaños que se referencian por un número. Usaremos sólo los números, 4, 8, 12, 16.

La espátula.- Para hacer las mezclas en la paleta, que es donde las haremos normalmente, necesitamos una espátula, la más cómoda es la de tipo palustre semejante a la de los albañiles pero mucho más pequeña.

El soporte.- Y ahora nos falta el soporte, es decir, la superficie sobre la cual vamos a ejecutar nuestra obra. No conviene empezar por la pared, creemos que es más sencillo adquirir lienzos montados en bastidor o tela pegada sobre cartón piedra. En esto también hay gran variedad.

Las telas pueden ser de algodón o lino fundamentalmente y también las hay de mezcla de las dos. Cualquiera de ellas puede ser de grano fino, medio y grueso. Se usa menos de arpillera por su gruesa textura.

Las telas o lienzos van montadas sobre un bastidor de madera. Estos bastidores tienen ya unas medidas estándar.

Las telas, al principio al menos, es mejor comprarlas preparadas con su imprimación que es una capa fina de una pintura preparada con cola de conejo, yeso, blanco de zinc y agua.

Pero más fácil, se puede adquirir "Blanco Imprimación" que es una pintura acrílica, si queremos preparar alguna superficie para pintar luego al óleo. La imprimación es necesaria para que el óleo agarre bien y no se caiga.

También hay táblex, contrachapado y otras maderas.

Para los primeros ejercicios usaremos cartón piedra con imprimación de 33x24

Capítulo 3 de 7: Materiales - El caballete

 Como elemento final necesitamos un caballete que es el elemento que va a sujetar el soporte mientras pintamos.

También podemos apañarnos apoyándolo sobre una mesa en una caja, colgándolo en la pared, etc. pero lo suyo es un caballete. También los hay de muchos modelos y precios.

Elementos de limpieza.- También es necesario aguarrás, jabón y papel higiénico para la limpieza de los pinceles cuando terminemos cada sesión de pintura.

El estudio.- Supongo que ya tiene habitación o un rincón donde ponerse a pintar, una mesa en la cual tendrá los colores, paleta, pinceles, etc. o mesita auxiliar, y una mesa o elemento semejante, aunque puede ser la misma mesa, donde pondrá los elementos que le servirán de modelo para comenzar las primeras lecciones.

 Capítulo 4 de 7: Las mezclas  

El movimiento se demuestra andando y la pintura se demuestra pintando: Comenzaremos por experimentar con las mezclas, para lo cual, dibujaremos un hexágono en el soporte y trazaremos todos sus radios.

Tomaremos un poco de rojo con el pincel del nº 4 y rellenaremos uno de los triángulos.

Limpiaremos el pincel con papel higiénico y tomaremos un poco de amarillo, para cubrir otro triángulo, el siguiente al contiguo del ya pintado en rojo. De igual manera haremos con el color azul. Así nos quedarán tres triángulos formando una estrella, pintados cada uno con un color primario. Entre cada dos hay uno en blanco que ahora iremos pintando.

Cojamos la espátula y con ella un poco de color rojo y soltémoslo en una zona libre de la paleta. Limpiémosla y tomemos la misma cantidad de color amarillo, pongámoslo sobre el rojo y mezclemos bien. Veremos que se transforma en color naranja. Tomemos de ese color con el pincel y pintemos el triángulo existente entre el color rojo y el amarillo.

Siguiendo los mismos pasos, tomemos un poco de rojo y un poco de azul. Después de mezclar bien, pintemos el hueco entre rojo y azul, con el violeta obtenido. Repitamos la misma operación con amarillo y azul y, pintemos de verde el último hueco.

Estos colores obtenidos de la mezcla de dos primarios reciben el nombre de colores secundarios. Evidentemente, si a uno de estos colores secundarios añadimos más cantidad de uno de sus componentes, el color derivará más hacia él, obteniendo diferentes matices del mismo color. Si añadimos "blanco" lo aclararemos.

No aconsejo el uso del negro para oscurecer, sino en todo caso, usaremos azul ultramar oscuro. Podemos obtener efecto igual al negro, mezclando azul ultramar con el rojo de garanza, poniendo más azul que rojo. Esta mezcla nos puede servir para oscurecer y será más rica en matices que el negro.

Si mezclando dos colores primarios, obtenemos los colores secundarios, mezclando los tres primarios obtendremos los colores terciarios. Si hacemos predominar el rojo, tendremos el rojo terciario, si hacemos predominar el amarillo, obtendremos el amarillo terciario y si hacemos predominar al azul obtendremos el azul terciario.

En resumen, hemos visto que, sólo con tres colores más el blanco podemos obtener todos los colores y todos los tonos, desde muy claros a muy oscuros, incluso negro. Luego pintando, nos daremos cuenta de la dificultad de obtener ciertos colores de forma idéntica a como los vemos, pero eso no es importante. Es más importante que el conjunto de colores de la obra resulte armónico para obtener el color exacto que vemos. Dedique el tiempo que considere oportuno a practicar estas mezclas. Observe cómo cambia al color según va añadiendo de un primario u otro. Esta es la clave de todo.

 Capítulo 5 de 7: Ejercicio 1  

En las próximas lecciones nos centraremos en la práctica de la pintura sobre óleo para poder ver qué hacer en cada una de las situaciones.

Vamos a pintar nuestro primer cuadro al óleo, para lo cual hemos de preparar: primero el motivo, tema o elementos a pintar. La forma más sencilla y como más y mejor se aprende, es tomando del natural objetos sencillos de representar y, poco a poco iremos aprehendiendo y aprendiendo a trasladar lo que vemos al lienzo.

Sugiero que para empezar coloquemos en una mesa o tablero horizontal, un mantel o paño a ser posible sin dibujos en la tela y un objeto sencillo como puede ser un jarrón. Para mejorar el efecto, iluminemos con un flexo de forma lateral o bien situemos nuestro motivo cerca de una ventana de forma que la luz incida lateralmente. Algo parecido a la foto adjunta.

Una vez situado en posición que nos resulte agradable, es el momento de pasar a la observación de lo que tenemos delante para interpretarlo adecuadamente y grabar en nuestra memoria las formas y colores que nos permitan trasladarlo al lienzo. Lo primero de todo es el encuadre, para lo cual debemos fabricarnos un marquito que al mirar por él, nos hagamos una idea de la posición relativa dentro de la superficie del lienzo.

Según nuestro punto de vista respecto al modelo y la distancia del marquito respecto a nuestros ojos podemos ver nuestro modelo de diferentes maneras.

Capítulo 6 de 7: Segunda parte del ejercicio

Ponemos nuestro lienzo de unas medidas tales que quepa nuestro jarrón a tamaño natural.

Decidido el encuadre, en nuestro caso lo hemos definido según la foto "jarrón 5", pasaremos a trazar en el lienzo una línea vertical, dividiéndolo en dos mitades iguales y, otra horizontal definiendo la zona hasta donde llega el tablero o mesa, pero en vez hacerla curva, la haremos recta con el fin de dar variedad al conjunto que son todo curvas. Sobre la línea vertical, haremos dos trazos que definan la altura del jarrón, guardando las proporciones y teniendo en cuenta que el lienzo es más alargado que la foto.

Podemos comenzar a dibujar nuestro jarrón, sabiendo que la línea vertical es como un espejo y lo que se ve a la izquierda es igual que lo que se ve en la derecha, sólo que invertido. Comencemos a dibujar de arriba abajo. Conviene que a cada trazo que se de en un lado, después se dibuje el equivalente en el lado contrario. Así hasta llegar abajo.

Lo primero a manchar de color en este caso, será la sombra proyectada por el

jarrón sobre la mesa, ya que es la zona más oscura. Así será más fácil ajustar luego el contraste de tonos.

Después, podemos manchar el fondo; es decir, esa zona en que "no hay nada" que puede ser la pared. Vamos, que no es ninguno de los elementos o modelos que nosotros vamos a pintar y que es un espacio libre.

Podemos aquí poner lo que queramos. A mi me gusta dar rienda suelta a la imaginación y la improvisación soltando colores a capricho. Pero si queréis podéis pintar los colores que veáis en la pared, que aunque parezca blanca podéis ver que hay muchos colores. Pintaremos también el paño de la mesa. Así estará todo lleno de color menos el jarrón.

De esta forma, será más sencillo, ajustar los colores del jarrón, pues si lo hiciésemos al contrario-pintar primero el jarrón y después todos los colores de alrededor- tendríamos que corregir los colores del jarrón porque se habrán transformado por completo, al estar ahora rodeado de otros colores diferentes del blanco del lienzo. Por último, manchemos la zona correspondiente a nuestro jarrón, diferenciando las zonas de sombra propia, medios tonos y luces.

    Capítulo 7 de 7 Última fase del ejercicio

Podemos observar, en cualquier objeto, cuatro zonas tonales: medio tono, sombra propia, luces y sombra proyectada. Estas zonas hemos de diferenciarlas bien para dar volumen a los elementos que pintemos. Ver ¿zonas tonales¿ en la sección ¿como ver un cuadro¿.

Una vez llegados a este punto, donde ya no vemos el blanco de la tela, por tener todo manchado de color, llega el momento de la reflexión.

Comprobar el color local o tonos medios de cada objeto y compararlo con el que hemos pintado. Aunque observemos diferencias no es el momento de corregir, es mejor que ahora observemos las zonas de sombra e intentemos ver los colores que hay para plasmarlos lo mejor posible.

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